El perfil del Revisionista

Podemos identificar Revisionismo como el significante de la relectura de los textos fundadores de la cosmovisión marxista, en sus diferentes disciplinas y temáticas, de forma parcial o total.

Lúcidamente, el revisionismo se caracteriza por ser sobradamente uniforme como para trascender a una magna masa, a la cual es preciso combatir en el plano ideológico. De esta forma se establece un digno enemigo en la “Batalla de las Ideas”.

A partir de una visión de clase y propiamente, a través del uso del método científico marxiano, observamos que el uso del Revisionismo, ya desde el otoño alemán de 1913 con Bernstein, no ha sido precisamente a favor del Lumpen, si no todo lo contrario. Distinguida aristocracia proletaria, pequeña burguesía profesionalizada y pequeños propietarios de tierras o comercios distan de la concepción de pueblo necesitado o de Desheredado. Inevitablemente, en este punto alcanzamos una reveladora conclusión a la que el propio V. I. Lenin alcanzo; esta es que el Revisionismo responde a la influencia burguesa sobre el ideario de la verdad.

Concretamente, en la variante social-demócrata identificamos un rasgo revelador escudado bajo un falseamiento de la opción pacífica. Con esto me refiero a la base doctrinal de este descarrío; la paz social frente a la lucha de clases. En pos de salvaguardar las migajas que el capital reserva a los sumiso, así como el perro guarda la casa del amo a cambio del hueso, pues es mayor el miedo a la libertad. Corrupto, este enemigo de clase defiende tanto su pequeña propiedad como la del poderoso. En esta condición el malsano Capital desnaturaliza a las masas, infectas de un egoísmo que genera una pérdida de la visión de clase, rebasando la defensa de los derechos colectivos naturales de toda condición humana por el férreo amparo de los desnaturalizados derechos individuales.

Sobre las graves consecuencias de tal agravio sobre la naturaleza humana lógicamente se justifican sobre las bases de embellecimiento e idealización del propio Capitalismo. La deslegitimación del sistema por el proletario concienciado se contrarresta por la oposición mohína del enemigo de clase. Otra cualidad del Capital, que como fenómeno social genera enemistades intracláseas ahora intrínsecas y a corto plazo irreconciliables. Más aún, la anteposición de los valores adquiridos tras las revoluciones liberales, basados en la falsa idea de soberanía popular, genera un sentimiento irracional por la nación y tradición; sus secuelas son la destrucción de clase, la guerra de parias entre pueblos, fomentados por el individualismo extendido internacionalmente.

Como el antes nombrado Bernstein, nacen muchos en todo el mundo como Kerensky, os economicistas o los seguidores de Blanqui en Francia. Esta llamada a la claudicación se contrarresta en la batalla ideológica por la llamada a la internación proletaria, a la unión del proletariado internacional, y a la invocación de las levas dormidas hoy, que empiezan a despertar de su luengo letargo.

Con este texto expreso mi preocupación, ya que tras mi intento de clarificar y clasificar el gen malévolo del revisionista social-demócrata, en tales aciagos momentos de la humanidad, hago un humilde llamamiento a los sectores precarizados, intelectuales, estudiantes, trabajadores, militares; que se hagan eco de las necesidades del pueblo, ¡ahora es el momento de derribar de una vez por todas el injusto sistema, sin conformarnos con falsas reformas!